Al canto de «Olé olé, olé olá, como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar», Villaruel fue despedida por un grupo de personas que se apostaban en las escalinatas de la iglesia.

La ceremonia se llevó a cabo en la Basílica donde Jorge Mario Bergoglio se crió y en la que, además, tuvo la revelación que lo hizo convertirse en sacerdote.

La misma fue encabezada por el arzobispo de Buenos AiresJorge García Cuerva, quien destacó a Francisco por «no tapar los problemas» del mundo sino por «ponerlos sobre la mesa para generar debate y discusión».

Además, llamó a «vivir su legado» mediante «la unidad que tanto necesitamos».