
Una de las docentes que se encuentra abordo del micro y a cargo de los menores aseguró que cuando se dieron cuenta de que no podían continuar el recorrido dieron aviso a las autoridades pero no obtuvieron la respuesta que esperaban. “Empezamos a llamar a Defensa Civil, a Gendarmería, a los bomberos, al 911, al 140. Y todos nos daban la respuesta de que lo lamentaban mucho, pero no podían llegar a nosotros», expresó Marina.
Por otra parte, quiso traer la calma a las familias de los menores y aseguró que se encuentran de muy buen ánimo y que a pesar de estar varados en la ruta, todavía tienen provisiones pero necesitan que les acerquen alimentos porque hace más de 20 horas los niños sólo comen galletitas.“ La verdad es que necesitamos que coman algo diferente, que no sean galletitas, alfajores, juguitos y lo que nos queda de agua”, sentenció.
Además, agregó que se encuentran en una especie de “isla” y que por eso la ayuda no llega hasta la zona en la que se encuentran. “Todo llegó hasta el kilómetro 90 y nosotros estamos a 20 kilómetros más”.
Finalmente, contó que se acercó un grupo de rescatistas hasta el lugar y les ofreció sacar a los pequeños en lanchas pero no quiere asumir ningún riesgo debido a las fuertes correntadas de agua que hay en la zona. «Nos dijeron para cruzar en una lancha, para que en un bote vayan dos chicos y uno de nosotros. Escuchando y viendo la corriente del agua, no me animo a bajarlos del micro”, dijo Marina.
El caso se suma a otros similares registrados en las últimas horas como consecuencia del fenómeno meteorológico extremo que afecta la región, con acumulados de lluvias históricos que superan los 300 milímetros en apenas 48 horas. Las autoridades trabajan contrarreloj para asistir a las personas varadas y controlar la emergencia hídrica.