Usuarios de Koko reportaron que el servicio común sigue operativo, aunque con frecuencias reducidas, y que se priorizan conexiones internas en cada localidad del Alto Valle. La comunicación oficial aún no aclaró si habrá coches reemplazantes ni ajustes tarifarios durante la suspensión.

La decisión impacta especialmente en residentes y trabajadores del Alto Valle, que calculan que el expreso recorre más de 500 km diarios y constituye una opción más rápida entre Neuquén y Roca. La medida agrava los inconvenientes por demoras y saturación en otros servicios de la firma.

Desde Koko—vinculada al grupo Vía Bariloche—no se informó si la suspensión obedece a falta de unidad disponible, mantenimiento, o ajustes operativos. Tampoco se indicó si se plantea una readecuación de frecuencias o servicios en el corto plazo.

La falta del expreso puede prolongarse más allá del 19 de julio si no se aseguran condiciones económicas o de flota adecuadas, algo que los usuarios y autoridades provinciales vienen reclamando desde hace años por la importancia del vínculo entre provincias.

Los pasajeros afectados están evaluando alternativas como autocares interurbanos de otras empresas o incremento de uso del automóvil particular, lo que podría aumentar el tráfico en rutas como la 22 y generar presión sobre la infraestructura vial.