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El aeropuerto neuquino retoma operaciones normales tras dos días de niebla

El Aeropuerto Internacional Presidente Perón de Neuquén retomó hoy sus operaciones con total normalidad, luego de dos jornadas de demoras y cancelaciones causadas por una niebla densa que redujo la visibilidad a apenas 100 metros. La decisión de reanudar los vuelos llegó pasadas las 16:30 y permitió que las aeronaves cumplan con sus itinerarios previstos. […]

Hasta media mañana, la estación aérea había permanecido cerrada para partidas y aterrizajes, debido a las condiciones mensurables de seguridad aérea comprometida. Los sistemas meteorológicos fueron consultados de continuo, y el Servicio Meteorológico Nacional confirmó la baja visibilidad persistente como principal causa operativa.

Durante ese periodo, varios vuelos de Aerolíneas Argentinas, Flybondi y JetSmart sufrieron demoras o fueron directamente cancelados o desviados hacia otros aeropuertos, generando largas filas de pasajeros frustrados y un caos logístico en las salas de embarque.

Luego de la reapertura, los vuelos programados para la tarde —incluyendo los servicios de Aerolíneas Argentinas a Aeroparque y Ezeiza, y los de Flybondi— comenzaron a volar con normalización gradual. La visibilidad mejoró a más de 3 km hacia el mediodía, lo que permitió restablecer la operativa regular.

Hubo testimonios de viajeros que sufrieron demoras de hasta dos horas y largas esperas en salas colapsadas, mientras los bares y la zona de check‑in se llenaron ante la falta de opciones de atención rápida. Muchos expresaron enojo por la falta de información oportuna en los mostradores.

El aeropuerto también enfrenta limitaciones técnicas: aunque cuenta con un sistema AWOS (Sistema Automatizado de Observación Meteorológica), todavía no está operativo, lo que dificulta la medición en tiempo real de la calidad ambiental y añade un desafío adicional en emergencias por baja visibilidad.

En los accesos terrestres, Vialidad Nacional reportó presencia de bancos de niebla en la Ruta 22, especialmente entre Allen y Cipolletti, complicando el traslado de quienes debían dirigirse al aeropuerto. Esto provocó demoras adicionales y riesgos de seguridad para quienes se movilizan por el Alto Valle.

La reapertura del aeropuerto representa un alivio tanto para el servicio aéreo como para la ciudad, ya que muchas conexiones interprovinciales dependen de la fluidez de esta terminal. Aunque persisten algunos vuelos demorados, el escenario general es uno de regreso a la normalidad operativa y reanudación gradual de vuelos.

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