“El supervisor de mantenimiento ingresó a la dirección informando sobre la amenaza. Se activó el protocolo y se evacuó en calma y de forma ordenada”, relató Raviola en diálogo con Radio 7. Pacientes, personal médico y administrativo fueron trasladados a una zona segura en el estacionamiento del hospital.

El procedimiento contó con la intervención inmediata de Bomberos y Defensa Civil, quienes realizaron una inspección desde el exterior hacia el interior del edificio, descartando la presencia de explosivos. A los 30 minutos, comenzó el reingreso progresivo a las áreas sin riesgo, como Neonatología y Tocoginecología, seguido por el resto de los servicios.

“Fue un hecho totalmente repudiable. Sabemos que la gente que viene al hospital lo hace con dolencias. Hay que ser empáticos y humanos. Esta amenaza fue muy dolorosa”, expresó la directora, quien destacó el profesionalismo y la unión del equipo de salud.

Raviola confirmó que la amenaza fue recibida en el teléfono de turno del hospital y luego notificada al 109, la central de emergencias del municipio. Ya se realizaron las denuncias correspondientes y el caso quedó en manos de la Justicia, que investiga el origen del llamado y a la persona responsable.

“Ya está todo en manos de la Justicia. Las pruebas fueron entregadas y estamos esperando respuestas”, indicó Raviola, quien evitó dar detalles sobre el presunto autor del llamado por respeto al proceso judicial.

La directora también adelantó que el hecho motivará una actualización de los protocolos de emergencia. “Hoy tuvimos reunión de equipo. Vamos a ocupar tiempo en estar mucho más y mejor preparados”, señaló.

A pesar del susto, el procedimiento fue exitoso y no se registraron heridos ni situaciones de pánico, algo que la directora atribuyó al compromiso del personal hospitalario: “El valor más grande fue la calma, el compañerismo y el trabajo en equipo.”