
Desde el área de Epidemiología del hospital, se están realizando las pruebas de detección en el mismo nosocomio, mientras se investigan las circunstancias del contagio para determinar el origen del brote. Al mismo tiempo, se ha decidido poner en aislamiento preventivo tanto a los familiares como a los compañeros del adolescente, en una medida destinada a evitar cualquier posible cadena de transmisión.
El hantavirus es una enfermedad viral grave transmitida por el ratón colilargo (Oligoryzomys longicaudatus), cuyos excrementos, orina o saliva pueden liberar el virus al ambiente. La forma más común de contagio es por inhalación de partículas virales presentes en entornos contaminados, especialmente en espacios cerrados o poco ventilados. En la Patagonia, además, circula una variante que puede transmitirse entre personas, lo que añade mayor complejidad al control epidemiológico.
Los síntomas iniciales suelen ser inespecíficos y similares a un cuadro gripal: fiebre, dolores musculares, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y malestar abdominal. En este caso, el adolescente presentó fiebre, dolor corporal y tos seca desde el 13 de agosto, evolucionando en los días siguientes hasta desarrollar dificultad respiratoria, lo que permitió sospechar y confirmar la infección.
Las autoridades sanitarias enfatizan que la detección temprana y las medidas inmediatas de prevención son esenciales para evitar complicaciones graves o nuevos contagios. Entre las recomendaciones se encuentran ventilar y desinfectar con lavandina al 10 % los espacios cerrados o poco usados, desechar roedores muertos de forma segura, usar protección respiratoria y cerrar posibles accesos de roedores.
Este caso ocurre en un contexto epidemiológico que ya ha registrado incidentes previos: a principios de marzo, una mujer falleció en Bariloche tras contagiarse, lo que llevó al aislamiento de decenas de contactos. Esa situación, junto al actual internado, refuerza la necesidad de mantener operativos los protocolos sanitarios y de reforzar la educación pública sobre el hantavirus.
La respuesta institucional no se limita al hospital: se despliega una intensa campaña informativa, dirigida a hogares, escuelas y zonas rurales, para alertar sobre los riesgos potenciales del hantavirus y difundir las prácticas de higiene y prevención. El objetivo es fortalecer el conocimiento comunitario, evitar la alarma excesiva y garantizar que las precauciones se adopten de forma sistemática.