
Estos operativos no son nuevos y forman parte del trabajo coordinado desde la creación del Consejo de Seguridad local. Según Pistagnesi, los lugares intervenidos incluían terrenos privados y públicos donde las personas que se ubicaban allí no necesariamente estaban en situación de calle, sino que aprovechaban los espacios para reunirse y realizar actividades problemáticas.
En los terrenos privados intervenidos, el municipio y la Policía realizaron inspecciones y aplicaron resoluciones para retirar a quienes ocupaban los espacios. Se actuó con coordinación de servicio público para garantizar el acceso a los lugares y preservar la seguridad, ya que ingresar a propiedades privadas requiere autorización legal y planificación administrativa.
El enfoque de los operativos incluyó la recuperación de espacios públicos. Se retiraron matorrales y plantas que servían de escondite, permitiendo que los lugares sean nuevamente transitables y seguros para los vecinos. El objetivo es cambiar el hábitat, no solo retirar objetos o personas, asegurando un entorno despejado para quienes transitan la ciudad diariamente.
En los espacios públicos, los operativos revelaron elementos sospechosos, como electrodomésticos, controles remotos y otros objetos inusuales, que sugerían que los lugares funcionaban como aguantaderos de objetos robados o actividades ilícitas. Pistagnesi señaló que, por el momento, no se encontraron personas con antecedentes penales ni pedidos de captura, y que se notificó a los presentes para que se retiraran.
Fueron seis los lugares desmantelados en diferentes jornadas, con intervención coordinada entre la Policía y servicios públicos. El trabajo conjunto permitió erradicar la presencia habitual de trapitos limpiavidrios, cumpliendo con los reclamos de vecinos y la Cámara de Comercio, al tiempo que se buscó prevenir situaciones de consumo problemático o delitos menores asociados a estos lugares.
El municipio proyecta crear un registro de personas y actividades en estos espacios para legislar y sancionar reiterancias, apoyándose en el Código Provincial de Faltas y futuras ordenanzas locales. La estrategia apunta a consolidar una política de seguridad que implique presencia estatal constante y prevención, evitando que los vecinos se vean obligados a intervenir por mano propia.
Claudio Pistagnesi destacó la coordinación con la Policía y la Justicia, subrayando que la participación ciudadana es fundamental para el éxito de los operativos. El intendente Simolai impulsa una política de estado eficiente, priorizando la seguridad del 99,95% de la población que desea vivir en espacios tranquilos y recuperados, y asegurando que las acciones sean sostenibles en el tiempo.