
«Atrás de este programa económico hay una decisión del Fondo Monetario de acompañar electoralmente al Gobierno», afirmó Michel en declaraciones a Radio Splendid.
Sostuvo que «el Fondo Monetario, no sólo le dio ese préstamo político, 20.000 millones de dólares, para que lleguen de la mejor forma a las elecciones, sino que ahora, a los tres meses de esa aprobación de desembolso en abril, como no se cumple ningún objetivo, igualmente avanzan».
«El problema es que la plata la vamos a tener que devolver todos los argentinos; llegamos al punto de que Argentina le debe al Fondo Monetario el 10% de su PBI. Van a hacer casi 60.000 millones de dólares cuando terminen todos los desembolsos», agregó.
Dijo que «si uno mira las barras de vencimiento, o las torres del pago de capital de esa deuda a partir del 27, la verdad es muy difícil de pensar cómo se va a devolver, como está armado el cronograma de evolución o qué te van a pedir a cambio».
En este contexto, sostuvo que hay dos cuestiones que funcionan como ancla: «Los salarios, por eso están corriendo atrás de la inflación, y fundamentalmente el dólar«.
«Con el atraso del dólar lo que se da es la destrucción de la industria argentina», señaló y puso como ejemplo «que Argentina esté importando naranja de Egipto» debido a que «hubo un ajuste de precios relativos en nuestro país que hacen muy difícil la producción».
Enumeró que «tenés el dólar pisado, no tenés ajuste del tipo de cambio y tenés una inflación en dólares altísima. Y un ajuste de precios relativos, que con todo lo que tiene que ver con regulados, con luz, gas, alquileres e impuestos provinciales, altísimo. Con lo cual, no sólo se hace muy difícil exportar, sino que también se hace difícil producir».
Michel dijo que Argentina se encamina a «un modelo de peruanización de la economía argentina. Donde vas a tener pocos sectores con mucha potencia, gente en un círculo muy reducido, orbitando alrededor de esos sectores con alto poder adquisitivo, pero todo el resto, prestadores de servicios y sin capacidad de consumo».
«Hagamos lo que hace Estados Unidos. Estados Unidos protege su industria, aplica aranceles a la producción de otros países y además Trump le asegura energía barata a la industria local», concluyó.