
Luego, dio un argumento absurdo: «Yo no estoy de acuerdo con el fútbol femenino. Este no es un deporte para mujeres. Que vayan a jugar tenis, que vayan a jugar voleibol, dominó, pero fútbol no». Este tipo de posturas se (des)califican solas.
De todas maneras, Dávila Armenta no tiene representación en la Dimayor, la organización que conduce el fútbol colombiano. Por lo tanto, la conducción nacional no podría aplicar sanciones por su actitud.
Magdalena tuvo fútbol femenino en 2017 y 2018 y alcanzó los cuartos de final en un torneo de Primera. Luego, no se inscribió más y se argumentó la falta de recursos financieros y apoyo institucional.