La Cooperativa CALF presentó un reclamo administrativo el lunes ante la Secretaría de Energía de la Nación, buscando la reducción de la tasa de interés aplicada en la refinanciación de su deuda con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA).

El reclamo tiene como objetivo que se reconozca el acuerdo original suscrito en 2021, que establecía una tasa de interés del 58% anual (reducida al 25%). Este acuerdo se vio modificado en 2022, elevando la tasa al 120% anual (reducida al 60%), y según CALF, esto fue resultado de un abuso de posición dominante.

La cooperativa argumenta que el convenio de 2022 causó perjuicios económicos a sus asociados y busca que se mantengan las condiciones pactadas en 2021. En los fundamentos del reclamo, se destaca que la Nación estableció un régimen de regularización de deudas para las distribuidoras eléctricas, ofreciendo descuentos de hasta el 40% en la deuda.

En agosto de 2021, CALF suscribió un convenio con la Secretaría de Energía de la Nación, pero posteriormente se le exigió celebrar un nuevo acuerdo en 2022, con condiciones diferentes y una tasa de interés más elevada. La cooperativa argumenta que esta demanda se debió a la falta de registro del acuerdo original, aunque estaba debidamente celebrado.

El reclamo destaca la urgencia y obligatoriedad de las distribuidoras de todo el país de firmar nuevos acuerdos, en el marco de compromisos asumidos por la Nación con el Fondo Monetario Internacional en materia energética.

CALF enfatiza que no busca evitar el pago de intereses, sino preservar las condiciones acordadas en 2021, señalando que el incumplimiento del segundo acuerdo podría haber llevado al embargo de sus bienes y cuentas bancarias, colocándola en cesación de pago de manera inmediata. Este reclamo representa un intento de la cooperativa por mantener la estabilidad financiera y cumplir con las obligaciones asumidas en el marco de las políticas nacionales.