La protesta apuntaba a visibilizar una grave situación que afecta a más de 600 trabajadores despedidos, quienes no han cobrado sus liquidaciones finales ni el aguinaldo correspondiente. La parálisis del transporte hubiese tenido consecuencias inmediatas en la logística de los yacimientos. Se evaluaba cortar rutas como la 151 y la 22, afectando la circulación de camiones. Sin embargo, el gremio consideró que el gesto de las operadoras era suficiente para suspender la medida por el momento.
Las compañías involucradas en el conflicto, como Tecpetrol, Total, Shell y Phoenix, ofrecieron adelantar pagos para evitar la paralización. La propuesta fue canalizada a través de gestiones directas con el sindicato y el Ministerio de Trabajo. La crisis de NRG, empresa de servicios encargada del tratamiento de arenas, generó una cadena de responsabilidades que derivó en la intervención sindical. El gremio exige que las operadoras principales se hagan cargo solidariamente de los compromisos.
Desde la conducción sindical, Gustavo Sol declaró que el paro se suspende en función de una negociación que mostró avances concretos, pero que de no cumplirse en tiempo y forma los compromisos, la protesta podría reactivarse. El acuerdo contempla pagos parciales y un plan de regularización en cuotas. También se propuso la reubicación de algunos trabajadores en otras contratistas. La medida busca evitar una escalada mayor del conflicto.
NRG, que se encuentra en convocatoria de acreedores, arrastra una deuda que supera los 7.800 millones de pesos, y según denuncias gremiales, muchas operadoras mantienen pagos atrasados con la firma. Esta situación generó un cuello de botella que derivó en los despidos. Camioneros sostiene que hay una corresponsabilidad legal por parte de las empresas contratantes, invocando el artículo 30 de la Ley de Contrato de Trabajo. El argumento fue respaldado por abogados del sindicato.
Durante las últimas semanas, se habían realizado protestas frente a bases operativas como las de Tecpetrol, en Añelo, lo que generó tensión con las fuerzas de seguridad. Las manifestaciones fueron pacíficas, pero mantenían un nivel de presión alto sobre las compañías. El paro provincial anunciado había generado preocupación en el gobierno de Neuquén. La suspensión momentánea da aire a las partes para avanzar en una salida consensuada.
Camioneros dejó en claro que la suspensión del paro no implica el cierre del conflicto, sino una tregua para continuar el diálogo. Insisten en que los trabajadores despedidos deben recibir la totalidad de sus derechos laborales. Además, exigen que no se repitan prácticas de tercerización sin respaldo financiero. La situación de NRG es vista como un caso testigo para el resto de las empresas del sector. El gremio advirtió que se reserva el derecho de volver a las medidas.
