
La investigación se inició a partir de escuchas telefónicas a internos del penal, que revelaron una estructura ilícita con operaciones coordinadas desde el sector educativo y las salas de visitas íntimas. La fiscal Vanesa Rebolledo Venencio encabezó el pedido de requisas y allanamientos que se concretaron el miércoles, con intervención de la División Unidad Operativa Neuquén.
En el operativo se secuestraron computadoras, celulares camuflados, dispositivos de almacenamiento, 76 gramos de marihuana y documentación clave. Todos los elementos serán peritados para rastrear el alcance de la red y determinar la identidad de todos los implicados.
“El nivel de planificación detectado es alarmante, incluso para delitos cometidos dentro de contextos carcelarios”, señaló la fiscal Cecilia Pagano Mata, quien también interviene en la causa.
La investigación continúa en etapa de instrucción y no se descartan nuevas detenciones ni allanamientos externos. Por el momento no se precisó cuántos internos están bajo la lupa.