El lugar había sido clausurado a fines de julio tras una acusación fiscal contra tres personas que lo utilizaban para la venta de drogas y objetos robados. Vecinos del sector realizaron cinco denuncias anónimas mediante el código QR y otra a través de la aplicación Neuquén Te Cuida, lo que permitió avanzar con la investigación.

Durante procedimientos previos, se secuestraron armas de fuego, casi un kilo de cocaína y bienes robados. El último ocupante del inmueble, vinculado directamente al narcomenudeo, se encuentra detenido.

El derribo fue supervisado por el subjefe de Policía, Comisario General Walter San Martín, el superintendente de Investigaciones Dante Catalán y el director de Antinarcóticos Nelson Peralta, con la presencia del fiscal general José Gerez, el intendente Esteban Cimolai, el ministro de Seguridad Matías Nicolini y el jefe de Gabinete Juan Luis Ousset.

La demolición se realizó de manera progresiva por tratarse de una vivienda con medianeras linderas, lo que requirió maquinaria especializada y trabajo técnico. También se retiró un vehículo antiguo que permanecía en el predio.

Las autoridades remarcaron que esta medida busca erradicar definitivamente los puntos de venta de droga, que en ocasiones volvían a funcionar tras allanamientos previos. El ministro Nicolini destacó que se trata de un “cambio de paradigma en la lucha contra el narcotráfico” y anticipó que en los próximos días se llevará a cabo una nueva demolición en San Martín de los Andes.

Los vecinos celebraron la decisión, señalando que el kiosco narco había generado violencia, amenazas y un clima de inseguridad permanente en el barrio. Desde la Policía recordaron que los delitos de microtráfico pueden denunciarse de manera anónima a través de la aplicación Neuquén Te Cuida.