Durante la audiencia de control de acusación, el magistrado avaló el criterio del Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal jefe Gastón Liotard y la fiscal del caso Ana Mathieu, quienes se opusieron a dos pedidos centrales de las defensas: la aplicación de una suspensión del juicio a prueba (probation) para uno de los acusados, y la recalificación del delito como culposo para todos los imputados.

El único acusado por estrago culposo agravado por el resultado muerte, identificado como R.G.A., tampoco podrá acceder a la probation. Según argumentó la fiscalía, pese a que la pena prevista parte de un mes, buscarán una condena de cumplimiento efectivo dado el impacto social y las tres muertes ocasionadas por el siniestro.

En tanto, los otros cinco imputados –G.F.M.T.M; S.F.S; G.B; C.N.G; y A.E.N– deberán responder en juicio por estrago con dolo eventual agravado, lo que implica que conocían los riesgos de sus omisiones y aun así no actuaron para prevenirlos.

“La culpa implica descuido o negligencia, pero aquí hubo conocimiento de los riesgos. No estamos ante un error de un novato”, argumentó la fiscal Mathieu. Liotard complementó: “Si se representa el peligro de una explosión y aun así no se actúa, hay dolo eventual”.

El juez Chavarría Ruiz coincidió con esa línea argumental: “Existieron antecedentes y fallas en equipos e instalaciones. No se adoptaron medidas pese a los riesgos evidentes. Por eso la acusación se sostiene en el dolo eventual”.

Finalizado el análisis de las calificaciones legales, la audiencia continuará con el control de pruebas y testigos. Una vez finalizado este tramo, el juez resolverá el pase a juicio oral y público, cuya fecha será determinada por la oficina judicial.

LA EXPLOSIÓN

El hecho ocurrió a las 04:10 del 22 de septiembre de 2022, en la base de NAO en el Parque Industrial de Plaza Huincul. Según la fiscalía, una falla en el Tanque 205 generó una nube de vapores inflamables que al tomar contacto con una fuente de ignición en la sala de control, provocó la explosión y la voladura del tanque.

Las víctimas, Víctor Herrera, Gonzalo Molina y Fernando Jara, intentaban activar una rudimentaria red contra incendios cuando fueron alcanzados por la bola de fuego que envolvió las instalaciones, causándoles la muerte por exposición a altísimas temperaturas e inhalación de gases.