Antonio Del Castillo dialogó con la Agencia Noticias Argentinas y recordó a sus nietas en el día que se cumple el primer mes del triple homicidio.

“¿Por qué tanto ensañamiento con los cuerpos?”, se preguntó el hombre de 77 años respecto a la crueldad utilizada por los autores.

El jubilado sostuvo que Brenda y Morena “eran la alegría de la casa y les encantaba bailar”.

“Tengo la remera con sus caras constantemente conmigo, converso todo el tiempo con ellas, tengo los mejores recuerdos”, resaltó.

“Siento tranquilidad y paz cuando charlo con mis nietas”, agregó Antonio, emocionado y triste por el duelo que atraviesa junto a sus hijos, a los cuales les pide que “no aflojen”: “Lo afrontamos de la mejor manera”.

Sin embargo, lamentó que “tenía 30 nietos” y ahora le “quedaron 28”.

“Tenían 20 años, no eran chicas que podías controlar. Muchas veces nos sentimos culpables, nos preguntamos en qué fallamos. Los pibes de ahora son muy independientes”, expresó.

En este sentido, indicó que quiere saber la verdad de los hechos porque “odia los rumores”, aunque reconoció que la investigación “va caminando” tras las nueve detenciones: “Agarraron a la gente que tenían que agarrar”.

Y manifestó: “Estoy conforme pero no estoy seguro del todo. Se dicen tantas cosas”.

Antonio, que se dedica a la plomería, consideró que “el caso” se encuentra “casi resuelto” a raíz de que Ariel Giménez; Florencia Ibáñez; Lázaro Víctor Sotacuro; Tony Janzen Valverde Victoriano (“Pequeño J”); Matías Ozorio; Celeste González Guerrero; Daniela Ibarra; Miguel Ángel Villanueva Silva y Francisco Parra “están todos en la misma bolsa”.

Morena Verdi, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Gutiérrez fueron brutalmente asesinadas en una vivienda de la calle Chañar 702, partido de Florencio Varela, y sus familias esperan justicia.