El futuro de las jubilaciones y los desafíos para el 2025

En un contexto marcado por la inflación y el aumento del costo de vida, los jubilados en Argentina enfrentan grandes desafíos de cara al 2025. El periodista especializado en temas previsionales, Nicolás Machuca, abordó recientemente las novedades sobre el sistema de jubilaciones, señalando la incertidumbre que generan las decisiones del gobierno y las limitaciones económicas actuales. […]

En un contexto marcado por la inflación y el aumento del costo de vida, los jubilados en Argentina enfrentan grandes desafíos de cara al 2025. El periodista especializado en temas previsionales, Nicolás Machuca, abordó recientemente las novedades sobre el sistema de jubilaciones, señalando la incertidumbre que generan las decisiones del gobierno y las limitaciones económicas actuales.

Machuca destacó que el bono extraordinario, que se viene otorgando desde hace tiempo a los jubilados, se mantendrá en 2025, pero lamentablemente no estará sujeto a ajustes por inflación, lo que podría erosionar aún más el poder adquisitivo de los adultos mayores. Actualmente, el bono fijo se mantiene en 70.000 pesos, un monto que según Machuca no alcanza para cubrir las necesidades básicas de los jubilados, especialmente en un contexto en el que los precios de alimentos y medicamentos no dejan de subir.

Según los cálculos presentados por el periodista, las jubilaciones mínimas perderán cerca del 40% de su valor entre marzo de 2024 y diciembre de 2025, debido a la inflación y la falta de actualización adecuada de los haberes. Machuca resaltó que muchos jubilados ya enfrentan una situación precaria, con un 30% de deterioro en sus ingresos solo en el último año.

Además, alertó sobre la dificultad que tienen los jubilados que alquilan viviendas, algo cada vez más común en un país donde, décadas atrás, la mayoría de los jubilados era propietaria de su vivienda. “No es lo mismo que hace 30 o 40 años”, señaló el periodista, aludiendo al aumento exponencial de los alquileres y la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchos adultos mayores.

A lo largo de la entrevista, Machuca también mencionó la pérdida de beneficios que antes ayudaban a mitigar el impacto de la inflación, como el reintegro de compras en supermercados y los bolsones de alimentos que se entregaban a los jubilados hasta antes de la pandemia, transformados ahora en depósitos en efectivo que no alcanzan para cubrir las necesidades.

Con estas perspectivas, el periodista concluyó que el 2025 será un año difícil para los jubilados, particularmente para aquellos que perciben la jubilación mínima, a menos que haya un cambio en las políticas o en la fórmula de movilidad jubilatoria. La situación económica y el desafío de enfrentar una inflación en constante ascenso serán factores claves para la vida cotidiana de los jubilados en los próximos meses.

“Los jubilados están perdiendo poder adquisitivo rápidamente, y sin un ajuste adecuado, la situación seguirá deteriorándose”, concluyó Nicolás Machuca.

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