La víctima, portera de una escuela local, fue atacada tras una discusión en su hogar, donde el agresor también hirió a un amigo presente. Según la investigación, el detenido apuñaló primero al amigo de Mena y luego a ella, en un hecho que la justicia calificó como femicidio, evidenciando un vínculo afectivo marcado por actitudes de posesión.

El operativo policial permitió la captura del acusado en menos de ocho horas, y la justicia le impuso cuatro meses de prisión preventiva. En la conferencia de prensa, el ministro de Seguridad, Matías Nicolini, destacó la rápida coordinación entre la policía, el municipio y el hospital para contener a la familia de la víctima.

Lorena Barabini subrayó la necesidad de fortalecer las políticas de prevención para combatir la naturalización de la violencia de género. En diálogo radial, señaló que la ausencia de alertas previas en este caso refleja un problema social profundo, donde las mujeres enfrentan temor para denunciar y el Estado debe redoblar esfuerzos.

El femicidio de Mena se suma a una preocupante serie de casos en el interior de Neuquén, como los ocurridos en Las Ovejas, Las Lajas y Centenario. Barabini reconoció que las dinámicas sociales en localidades pequeñas, donde las relaciones son más cercanas, dificultan identificar y abordar la violencia a tiempo.

La funcionaria destacó la importancia de la sensibilización comunitaria y la educación en vínculos igualitarios para transformar las masculinidades tóxicas. Insistió en que el 60% de los femicidios en Argentina son cometidos por parejas o exparejas, a diferencia de los homicidios de varones, mayormente perpetrados por desconocidos.

El Ministerio de Desarrollo Humano y la Subsecretaría de Mujeres trabajan en la contención de la familia de Mena, con equipos psicosociales que acompañaron durante todo el fin de semana. Barabini elogió la empatía y compromiso de los equipos municipales y hospitalarios, pero llamó a profundizar las políticas públicas en el interior.

A diez años del Ni Una Menos, este nuevo femicidio evidencia la urgencia de revisar los vínculos afectivos y desmantelar estructuras patriarcales. Barabini llamó a la comunidad a reflexionar colectivamente y comprometió al Estado a mejorar la prevención para evitar que las casas sigan siendo el lugar más peligroso para las mujeres.