
La feria cuenta con el apoyo del Servicio Geológico y Minero Argentino y del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica, organismos que brindan información y monitoreo constante sobre la actividad del volcán Copahue. “En 2012 y 2013 no teníamos estos recursos, dependíamos de datos de Chile. Hoy, gracias a la creación del observatorio, podemos trabajar con información de calidad y cercana a la comunidad”, destacó Verónica García, organizadora de la feria y docente de la escuela.
Durante el encuentro, los estudiantes presentan proyectos interdisciplinarios: desde análisis de suelos volcánicos y estudios de química y biología, hasta expresiones artísticas, maquetas y fotorrelatos. Estos últimos incluyen registros fotográficos de erupciones históricas como las de 1992, 1995, 1997 y 2000, acompañados por relatos de vecinos y adultos mayores que vivieron esos episodios en primera persona.
La feria también se inspira en experiencias internacionales de gestión del riesgo volcánico en Chile y Colombia, donde la educación sobre desastres naturales se incorporó a los programas escolares. “Queremos que los chicos y la comunidad crezcan conociendo los riesgos y aprendiendo a convivir con el volcán. No se trata de temer, sino de comprender, como decía Marie Curie”, subrayó García.
Más allá de la ciencia, la feria tiene un fuerte componente cultural y turístico. Desde las erupciones de 2012 y 2013, Caviahue y Copahue generaron nuevos eventos que transformaron la adversidad en identidad, como la Fiesta de la Cerveza Artesanal Leutkina, la paella volcánica o el Copa de Medita, que hoy forman parte del calendario local.
La Feria Fusión Volcánica 2025 se realizará del 20 al 22 de octubre e incluirá la participación de escuelas de toda la provincia, en especial aquellas cercanas al Lanín, Domuyo y Tromen, reforzando la idea de que la prevención y el conocimiento son claves para enfrentar riesgos naturales.
“Es un espacio de aprendizaje y también de arraigo cultural. Convivir con el volcán es parte de nuestra identidad, y esta feria lo transforma en un motor de comunidad, ciencia y futuro”, concluyó García.