
El fiscal Jofré indicó que la primera denuncia oficial se recibió el 16 de julio de este año, y desde entonces se han registrado entre 10 y 15 casos confirmados de envenenamiento. Sin embargo, se han acumulado denuncias de años anteriores, lo que ha generado confusión y una cifra mayor en las redes sociales. La fiscalía está trabajando en conjunto con la policía y el municipio para esclarecer los hechos y dar con los responsables.
Además de los perros, se ha especulado sobre posibles envenenamientos de gatos y otros animales, aunque no se han confirmado casos adicionales hasta el momento. El fiscal destacó la importancia de esclarecer estos hechos, ya que podrían implicar riesgos para la salud pública si las sustancias utilizadas son peligrosas para los seres humanos.
En relación a rumores sobre una niña que habría ingresado al hospital de Zapala con síntomas relacionados al envenenamiento, el fiscal Jofré desmintió esta información. Tras verificar con el hospital, se confirmó que no hubo ingresos de menores con tales síntomas. La difusión de información errónea ha generado preocupación innecesaria en la comunidad.
El fiscal también mencionó que se han encontrado restos de carne o pollo que podrían haber sido envenenados y dejados en la vía pública. Se está trabajando para analizar estas muestras y determinar la sustancia utilizada. La colaboración de los vecinos es fundamental para avanzar en la investigación.
La comunidad de Zapala ha mostrado su solidaridad con los animales afectados, y diversas organizaciones locales están colaborando con las autoridades para brindar apoyo y evitar nuevos casos. Sin embargo, la falta de información clara y la difusión de rumores han dificultado el trabajo de las autoridades.
La fiscalía ha solicitado a los ciudadanos que aporten cualquier información relevante que pueda ayudar en la identificación de los responsables. Se han habilitado canales de comunicación para recibir denuncias y testimonios de manera confidencial. La colaboración de la comunidad es esencial para resolver este caso y prevenir futuros incidentes.
Las autoridades locales han expresado su compromiso de tomar medidas para evitar que se repitan hechos de este tipo. Se están evaluando políticas públicas para el control de la población animal y la prevención de maltrato. La situación ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer las normativas y aumentar la conciencia sobre el bienestar animal en la comunidad.