Adriana Valeria Suárez Cervant, de 40 años, gozaba del beneficio en su vivienda, el mismo lugar donde habría cometido el crimen de César Darío Rodas (41).

De acuerdo a la información del portal del diario Los Andes, en las primeras cuatro ocasiones la pulsera electrónica no funcionó correctamente, una situación que fue reconocida por los abogados defensores de la sindicada.

Suárez fue registrada por las imágenes del Google Street View mientras desobedecía el arresto por una sentencia de seis años por robo agravado. La Justicia le otorgó la domiciliaria durante la pandemia del coronavirus a raíz de que estaba a cargo de sus hijas menores.

Desde el Ministerio Público Fiscal provincial consignaron que «la quinta vez fue cuando se la llevaron detenida».

Además, los investigadores descartaron que las hijas de la imputada hayan sufrido abusos sexuales por parte de Rodas. De hecho, según confesó Suárez a la Policía, ese era el motivo por el que asesinó al hombre.

La acusada se encuentra detenida junto a otros dos cómplices, identificados como Marcelo Altamirano y Damián Contreras, por el delito de «homicidio agravado con ensañamiento», ilícito que prevé una única pena de prisión perpetua.

Por su parte, personal de Asistencia a la Víctima trasladó a las herederas de Suárez (de 6, 9, 11, 13 y 15 años), a la Oficina Fiscal para que recibieran contención por parte del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI), ya que al parecer presenciaron la escena fatal.

Antecedentes de la mujer

Suárez comenzó en 2012 su carrera delictiva, cuando fue detenida por robo agravado, pero cumplió la pena con prisión domiciliaria ya que recientemente había dado a luz.

Posteriormente, en 2014, fue denunciada por amenazas y en 2019 retomó la senda delictiva, luego de haber recibido el beneficio de la libertad condicional, cuando irrumpió en una vivienda junto a su ex pareja -Pablo Bravo- con fines de robo.