Según la investigación, los dos hermanos ingresaron de forma violenta a la vivienda de su padre con el objetivo de desalojarlo, amenazándolo de muerte. El menor, T.M., habría sido el primero en irrumpir tras romper una puerta de ingreso, mientras que J.M. accedió por otra entrada. Una vez dentro, golpearon a su padre con una barreta de hierro, provocándole la pérdida del conocimiento.

La fiscal Inaudi detalló que, aprovechando el estado de indefensión de la víctima, J.M. lo apuñaló en el cuello y la nuca con un arma blanca, con el claro objetivo de matarlo. Sin embargo, la intervención de otros familiares, quienes arrojaron piedras a los agresores, impidió que consumaran el crimen.

La calificación legal provisoria fue la de homicidio doblemente agravado por el vínculo y la intervención de un menor de edad, en grado de tentativa y en carácter de coautor, conforme los artículos 80 inciso 1, 41 quater, 42 y 45 del Código Penal.

Durante la audiencia, Inaudi argumentó que J.M. debía permanecer detenido por varios motivos: se encuentra en situación de calle, no tiene arraigo, el hecho fue de extrema gravedad, y la pena mínima en caso de condena supera los 6 años, por lo que existe riesgo de fuga. Además, advirtió que podría influenciar o agredir a otros familiares que deberán declarar en la causa.

Por su parte, la jueza de garantías Carina Álvarez aceptó la formulación de cargos y ordenó la prisión preventiva por un plazo de cuatro meses para el imputado. En cuanto a T.M., de 18 años, su situación será tratada en el fuero penal juvenil.

El caso ha generado una fuerte conmoción en la comunidad de Centenario y se espera que en los próximos días continúen las investigaciones para esclarecer los motivos del intento de parricidio.