
La comisión de Juicio Político de la Cámara baja recibía esta tarde al vocero de la Presidencia de la Corte Suprema, Silvio Robles, quien advirtió que ha sido «acusado falsamente» por diputados del oficialismo de haber influido en nombre del máximo tribunal a favor del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la causa de coparticipación federal.
«Desde la creación de esta comisión en este recinto algunos diputados me han acusado falsamente de algunos hechos. Esos diputados han intentado construir una historia sobre la base de calumnias o fantasías», sostuvo al comienzo de su intervención en el cuerpo que preside Carolina Gaillard, en el marco del juicio político que investiga a los cuatro magistrados del máximo tribunal por presunto mal desempeño en sus funciones.
Robles, mano derecha del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, fue convocado a raíz de las filtraciones de conversaciones de chat (que incluyen audios de voz) que mantuvo tiempo atrás con el ex ministro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro, de las cuales surgieron indicios de una presunta connivencia entre el máximo tribunal de Justicia y el Gobierno de la Ciudad.
La línea de investigación principal sobre la que trabaja el oficialismo es que esa conexión D’Alessandro-Robles (éste último, mano derecha del presidente de la Corte, Horacio Rosatti) fue la punta de lanza para negociar el fallo que finalmente favoreció al distrito porteño en este pleito.
D’Alessandro también fue convocado a la comisión pero no concurrió a la sala 2 del anexo de la Cámara de Diputados donde se desarrolla la tercera audiencia por el tema «coparticipación».
Previo a recibir las preguntas de los legisladores, Robles reafirmó su lealtad hacia Rosatti, de quien dijo que «admiro su honestidad, su carácter, su integridad de principios, más cuando lo veo afrontar estas acusaciones sin fundamentos reales».
Luego leyó un texto de su autoría en el que denunció que es «acusado falsamente» por diputados del oficialismo por obrar presuntamente de forma arbitraria a favor de los intereses de la Ciudad en detrimento de la Nación y de las jurisdicciones provinciales.
Y agregó que luego de esos episodios su familia recibió diversos «ataques» y adelantó que se abstendría de responder aquellas preguntas que puedan «vincularse con las distintas acusaciones que se han hecho» en su contra, «hayan sido o no judicializadas».
«Me amparo, presidenta, en lo establecido en el artículo 18 de la Constitución Nacional, sin perjuicio de ejercer mi defensa en sede judicial», añadió dirigiéndose a Gaillard.
A su vez, Robles lamentó que hayan «dado como ciertos chats cuya existencia, legalidad o veracidad» dijo que «desconoce» y opinó que «deben ser discutidos judicialmente».
El presidente del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, le respondió al subalterno de Rosatti que ninguno de los diputados presentes lo tiene como acusado en el actual proceso de juicio político, y le aclaró que fue convocado como testigo, recordándole que está obligado a «decir la verdad».
El santafesino subrayó el «poquísimo deseo del testigo de cumplir con lo que establece el reglamento de la comisión de Juicio Político, y le recordó a Robles que no se trata de una cuestión de «buena voluntad» sino que es su «obligación» aportar para decir verdad.
«Quería dejar algo en claro. El sueldo a Robles no se lo paga Rosatti, se lo paga el pueblo argentino», se quejó al hacer alusión a la reticencia del testigo, quien acto seguido señaló que se sentía «hostigado» por Martínez.
Minutos más tarde, a raíz de las reiteradas evasivas de Robles a responder las preguntas de los diputados oficialistas, excusándose en el artículo 18 de la Constitución Nacional, el diputado nacional del Frente de Todos Ramiro Gutiérrez pidió que «quede constancia en actas de la reticencia del testigo a sus efectos», advirtiendo sobre las consecuencias judiciales que tiene ser renuente a declarar en un juicio político.