
O, al menos lo que querían, porque la Dirección General de Aduanas decidió cerrar, temporalmente, la terminal 4 por constatarse reiterados incumplimientos de parte de la permisionaria del predio, además de demoras injustificadas y costos fuera de presupuesto que los sufren los importadores, exportadores y los despachantes de aduana.
En ese contexto, se aguardan más precisiones acerca de la medida del organismo oficial contra los administradores de la terminal, pero, hasta el momento, no está claro cuándo volverá a estar plenamente operativa.
Frente a los inconvenientes que produce la medida adoptada por las autoridades, se establecieron algunas excepciones para no frenar las transacciones de comercio exterior.
Por ejemplo, la carga de exportación vinculada a un buque programado con arribo para el 26 de junio a las 23:00, siempre que las cargas cumplan con el horario de corte fijado para el miércoles 25 a las 18:00.
Y, la continuidad de operaciones de importación y exportación de productos perecederos, medicamentos, explosivos y mercancías refrigeradas. Además de la entrega de cargas de importación con turnos previamente asignados para el día del cierre.
Estas excepciones fueron adoptadas para evitar perjuicios a los actores del comercio exterior que operan con mercadería sensible a los tiempos logísticos y que no pueden ser reprogramadas sin incurrir en pérdidas significativas.
Según explicaron a NA funcionarios de Aduana que dirige José Andrés Véliz, la medida se produjo “…por una orden de arriba que busca que el sector del comex simplifique procesos y reduzca la burocracia de un sistema complejo. Por ello, las demoras que registramos en las operaciones son inaceptables para el criterio que busca imponer la administración de Javier Milei.”
Los problemas en el Puerto de Buenos Aires vienen desde hace tiempo
Es el más emblemático y el principal del país, sin embargo, el Puerto de Buenos Aires puede perder relevancia en el corto plazo si finalmente se concretan todas las advertencias que se vienen realizando desde distintos sectores, al menos desde el año 2012.
Sólo dos multinacionales operan en el puerto de Buenos Aires, el principal de la Argentina, con una capacidad de 1,5 millones de TEUs anuales de carga total. O, cerca del 62% de los contenedores del país.
Un TEU es la capacidad de carga de un contenedor normalizado de 6,1 metros. Una unidad de medida utilizada en el transporte marítimo que representa una caja metálica estandarizada que puede transferirse fácilmente entre trenes, camiones y buques.
Las operaciones de estas dos multinacionales no están exentas de polémicas porque tres meses antes de la finalización del mandato de Alberto Fernández, se decidió, a través del decreto 299/23, establecer un diseño de dos terminales para la próxima licitación y extendió por tres años las concesiones de Terminales Río de la Plata (DP World) y Terminal 4 (APM Terminals, Grupo Maersk), empresas a cargo de las operaciones de contenedores en el Puerto Buenos Aires.