La Cámara de Senadores aprobó la reforma de la Ley de Alquileres, que ahora deberá volver a Diputados por las reformas que introdujeron en el texto. El debate de la norma comenzó pasadas las 22, inmediatamente después de que se convirtiera en ley la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. Si bien se esperaba un extenso debate, la norma fue aprobada una hora y media después con 37 votos afirmativos y 29 negativos.
El bloque de Unión por la Patria logró aprobar un dictamen que plantea un contrato de alquiler de tres años y aumentos cada seis meses. “Proponemos mantener el mínimo de 3 años en los contratos, eliminar los pagos voluntarios anticipados de inquilinos, redactar y acordar los contratos en moneda nacional y que los ajustes no sean por periodos inferiores a 6 meses”, expresó el oficialista pampeano Daniel Bensusan, miembro informante de Unión por la Patria.
En la otra vereda, el senador de Juntos por el Cambio Víctor Zimmerman defendió el proyecto votado en Diputados: «Sosteniendo la lógica y el pedido generalizado, esto no resuelve el problema de fondo porque el inconveniente es económico y de inflación, por eso vamos a insistir en aprobar la media sanción que vino de Diputados». «No creo que sea una gran ley ni una solución de fondo. Pero ojalá podamos atender una política de Estado para que aquel que, en vez de pagar un alquiler, pueda pagar la cuota de su propia casa y así podamos atender este problema», señaló el santafesino Marcelo Lewandowski.
Por su parte, el radical Martín Lousteau afirmó: “En una relación contractual de alquiler está claro cuál es el más débil, el riesgo que tiene el dictamen de mayoría es que, por cuidar al más débil, se lo perjudica por intervenir mal en el mercado”. En agosto pasado, la Cámara baja con impulso de Juntos por el Cambio le dio media sanción a un proyecto que establecía un contrato de dos años y aumentos cada 4 meses.
Actualmente, la ley vigente sancionada en 2020 estipula contratos de tres años y aumentos anuales. Tras aprobarse la propuesta del oficialismo, el proyecto deberá volver a la Cámara de Diputados. Allí, los legisladores podrán aprobar ese texto o insistir con la letra original, pero para ello se requieren el acompañamiento de dos tercios de la Cámara baja.