Laura González, histórica comerciante de Las Grutas, denunció que fue estafada por el reconocido empresario local Sequeiro, luego de alquilar temporalmente su restaurante “El Aladdin”. Debido a un complejo cuadro de salud, González le firmó un contrato de alquiler de su local comercial a Sequeiro, pero en realidad firmó un comodato y desde entonces no puede volver a ingresar a su local.

El conflicto inició hace dos años, cuando Laura sufrió un accidente cerebrovascular y la dejó imposibilitada de llevar adelante su restaurante “El Aladdin”. Luego de más de tres décadas al frente de negocio familiar, le pidió ayuda a Estrella Ángela Pereira, una familiar para alquilar el local mientras ella se recuperaba del ACV.

Según explicó González, Estrella Pereira gestionó el acuerdo y contrato de alquiler con un reconocido empresario de Las Grutas, identificado como Sequeira y dueño de varios locales comerciales en la ciudad costera. La comerciante denunció que fue trasladada hasta una Comisaría para firmar los documentos del supuesto alquiler sin ningún tipo de respaldo legal y sin estar en condiciones físicas para comprender el contenido del contrato.

Laura González en diálogo con Radio 7 explicó: “Me hicieron firmar supuestamente este contrato y era un comodato, yo no estaba en condiciones de salud para firmar nada. Una cuando alquila un local recibe dinero, yo nunca recibí nada. Me desarmó mi negocio de toda la vida, me lo destrozó todo y ahora dice que va a poner un mercado ahí y yo no puedo entrar pese a ser dueña”.

La propietaria del restaurante “El Aladdin” indicó que intentó recuperar el control del establecimiento, pero cada vez que ingresa al local, es interceptaba por personal que responde a Sequeiro e incluso solicitan intervención de la policía para impedirle el paso. Además, el nuevo ocupante del inmueble manifestó sus intensiones de modificar la estructura original del restaurante para convertirlo en una verdulería.

“Cuando yo llego al restaurante, llaman a la policía y no me dejan entrar adentro, yo la estoy pasando muy mal. Todo el pueblo, todo el mundo en Las Grutas sabe de mi historia, de mi lucha, de mi trabajo. Después de tanto sufrir y ver cómo destroza mi negocio me dieron 4 infartos cerebrales, ahí casi me muero porque me quedé sin habla, sin vista” indicó González.

González señaló que intentó realizar la denuncia formal en la policía de Río Negro pero fueron desestimadas por los efectivos, quienes se negaron a tomar su declaración. Por esta razón, no hay ninguna denuncia formal que exponga la situación de la firma encubierta del contrato por comodato.

A raíz del conflicto, González sufrió un grave deterioro en su salud, ya que a partir de esta situación sufrió cuatro nuevos infartos cerebrales. “No tengo cómo comprar mi medicación, estoy sola, jubilada, y mis hijos no pueden enfrentar esta situación” confesó.

Finalmente, expresó su intención de presentar un recurso ante el área de la Mujer del Poder Judicial de Río Negro, para buscar una vía legal que le permita recuperar su restaurante y denunciar las irregularidades del contrato.