Si bien la fiscalía había pedido prisión perpetua, finalmente el juez optó por una sentencia atenuada contra Natalia Etcheverry, de 48 años, quien por ahora cumplía la pena en su domicilio, pero hoy fue trasladada al penal de Batán tras conocerse la resolución definitiva de los jueces Juan Manuel Sueyro, Federico Wacker Schroder y Fabián Riquert.

Para la fiscal Florencia Salas se trató de un homicidio agravado por el vínculo, en el que la droga y el alcohol fueron suministrados con intención homicida.

Sueyro coincidió con el planteo de la fiscalía; en cambio sus colegas Wacker Schroeder y Riquert consideraron atenuar la pena debido a una serie de circunstancias que rodeaban a la familia, como los problemas económicos y la relación conflictiva de Etcheverry con su hija.

Las pericias indicaron que la víctima tenía 2,27 gramos de alcohol en sangre y también fue inducida a consumir benzodiacepinas, que no llegó a metabolizar.

Por su parte, la defensa había solicitado que la imputada sea absuelta, al tiempo que en el caso de no cumplirse esa petición plantearon la posibilidad que reciba de forma subsidiaria una sentencia menor por el delito de abandono de persona.

La mujer declaró ante las autoridades que encontró muerta a la damnificada y el personal de salud sospechó en un primer momento que el fallecimiento se debió a los trastornos epilépticos que padecía.

Sin embargo, el padre concurrió a la sede fiscal y remarcó que creía que Etcheverry pudo ser la autora material del crimen, mientras que la Fiscalía N°1 pidió al Juzgado de Garantías que se exhume el cadáver y peritos del Cuerpo Médico Forense llevaron a cabo análisis de laboratorio, los cuales determinaron que la niña presentaba restos de metanfetamina y metilendioxi, compatibles con la droga de diseño sintético.

Con la cantidad de pruebas reunidas, el 30 de noviembre de 2022 se concretó la detención de la sindicada en la finca de la calle Luzuriaga al 1200.