
Entre las obras afectadas se encuentran la avenida Los Paraísos, el Paseo Costero en la zona del Club Independiente y el Paseo de la Familia, todas con contratos firmados e iniciadas antes del recorte de fondos nacionales. Además, el municipio denunció la falta de transferencias por el impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que por ley deben destinarse a transporte público y obras viales.
Schpoliansky detalló que el municipio cubre actualmente el 80% del costo del transporte público y la recolección de residuos, ya que solo el 20% se financia a través de tarifas. El caso más claro es el del boleto de colectivo: el valor real es de $3.600, pero los usuarios pagan $1.140, gracias al subsidio local.
Pese a este contexto, Neuquén cierra el primer semestre del año con superávit fiscal, sin endeudamiento y con alta ejecución de obra pública. Según el funcionario, se avanza con más de 3.400 cuadras de asfalto, loteos con servicios y otras intervenciones urbanas sostenidas con ingresos municipales, gracias a una recaudación que alcanza el 80% de lo emitido.
Ante la falta de fondos nacionales, el Ejecutivo local implementó una tasa vial que recauda cerca de 700 millones de pesos mensuales y se destina íntegramente a infraestructura. Schpoliansky aseguró que esta tasa será eliminada si Nación retoma el envío de recursos, y reafirmó que Neuquén es hoy un ejemplo de gestión eficiente y ordenada, en contraste con la parálisis de la obra pública nacional.