
Durante la mañana, al llegar al depósito, los consorcistas encontraron la sede destrozada y decidieron realizar una protesta en la vía pública con sus maquinarias, denunciando la falta de respuestas del Estado en materia de seguridad.
El presidente del Consorcio, Fernando Almohalla , aseguró que la situación es insostenible:
“Ya sufrimos dos robos en la oficina, se llevaron computadoras y documentación de décadas. Ahora entraron otra vez, rompieron una pared interna y se llevaron todas las herramientas. Así no podemos seguir, la inseguridad es total”.
El dirigente también relató que, pese a estar a apenas dos cuadras de la comisaría, la policía solo tomó fotos y se retiró a los pocos minutos. Incluso denunció haber sido increpado por un oficial durante su reclamo. “Me trataron de inútil por no conseguir cámaras de seguridad. Hace 20 años que pedimos al gobierno provincial que las instale, pero las únicas que colocan son en barrios privados. Las chacras seguimos desprotegidas”.
Ante la falta de respuestas, los productores reunidos en asamblea decidieron suspender la largada de agua, ya que no cuentan con las herramientas para realizar los trabajos ni con garantías de seguridad para el personal.
“Esto es una zona liberada, los delincuentes actúan con total impunidad. No hay justicia, no hay protección policial. Así no podemos seguir produciendo”, advirtió Almohalla.
Según el consorcio, la ola de robos afecta a toda la zona productiva de Centenario. Se reportan sustracciones de aspersores, herramientas y vehículos en distintas chacras, lo que agrava la crisis que atraviesa la fruticultura.
“En Centenario el que más suerte tiene es al que le robaron una sola vez”, resumió el presidente del organismo, que volvió a reclamar medidas urgentes de seguridad y la presencia permanente de fuerzas policiales en el área rural.