
En diálogo con este medio, Hugo Tamborindegui, dirigente del gremio ferroviario, aseguró que la organización se encuentra en estado de alerta y que los rumores tienen asidero en la falta de inversiones por parte del gobierno nacional. “La idea del gobierno es reducir los trenes de pasajeros porque no hay inversión, no hay repuestos ni mejoras en la infraestructura”, señaló.
El dirigente explicó que la situación del Tren del Valle es particularmente delicada: solo cuenta con una formación en funcionamiento, lo que limita su frecuencia y obliga a los usuarios a depender de un servicio con capacidad restringida. “El servicio entre Neuquén y Plottier funciona porque la gente lo necesita, pero con una sola formación no alcanza”, advirtió.
Tamborindegui recordó que experiencias similares se han dado en el pasado, cuando de un día para otro se cerraron ramales sin previo aviso. “No sería raro que aparezcan con un anuncio de cierre repentino, como ya ocurrió con gobiernos anteriores”, dijo.
Uno de los caminos que se analiza para sostener la conectividad ferroviaria es la provincialización de algunos servicios. En Río Negro ya existe un antecedente: el Tren Patagónico, administrado por la provincia, funciona con relativa estabilidad y ha demostrado que un esquema descentralizado puede ser viable. Legisladores rionegrinos plantearon en las últimas semanas la posibilidad de extender el recorrido hasta Chichinales, una propuesta que podría garantizar cierta autonomía frente a las decisiones nacionales.
Sin embargo, Tamborindegui subrayó que para sostener y ampliar el servicio en el Alto Valle es clave la articulación entre los gobiernos de Neuquén y Río Negro, además de los municipios de Neuquén capital y Cipolletti. Recordó también que el intendente Mariano Gaido fue uno de los principales impulsores de la reactivación del Tren del Valle y de su extensión hasta Plottier, lo que hoy permite a miles de pasajeros movilizarse a diario a bajo costo.
En cuanto al aspecto económico, el gremialista admitió que los trenes de pasajeros “siempre fueron deficitarios”, pero insistió en que cumplen una función social que va más allá de los números. “Es mucho más barato que el transporte automotor y conecta a miles de trabajadores, estudiantes y familias todos los días”, remarcó.
La advertencia de la Fraternidad llega en un contexto de recortes presupuestarios y de creciente presión por parte de usuarios y legisladores locales para evitar que Neuquén y Río Negro vuelvan a perder un servicio ferroviario que costó décadas recuperar.