
El robo ocurrió en la madrugada del domingo en un local ubicado en la calle Mitre y José Rosas. Los delincuentes rompieron la vidriera y sustrajeron una moto Tornado 0 km, valuada en aproximadamente 10 millones de pesos. Además de la pérdida del vehículo, el comercio sufrió daños materiales significativos.
Andrés Garrozo, gerente de la concesionaria, denunció que han sido víctimas de cuatro robos en los últimos 45 días. En total, la empresa ha perdido cuatro motos y tres bicicletas, además de dos intentos de robo frustrados. «Estamos cansados, tenemos alarmas, cámaras y medidas de seguridad, pero no alcanza», expresó.
Las cámaras de seguridad captaron a los delincuentes, quienes actúan con precisión y rapidez. Según el testimonio del gerente, el grupo está compuesto por cuatro personas que llegan en dos motos, operan en dos minutos tras sonar la alarma y escapan antes de la llegada de la policía.
Otros comercios de la zona también han sido blanco de la misma banda. Locales como Negrito, KTM y Pisuti han sufrido robos similares. Los comerciantes denuncian que la modalidad se repite y que los delincuentes parecen conocer los tiempos de patrullaje de la policía.
Los ladrones utilizan herramientas sofisticadas, como amoladoras con batería, para vulnerar las medidas de seguridad. «No es una bandita con una tenaza, vienen preparados», advirtió Garrozo. En varias oportunidades, han dejado motos tiradas en la vereda cuando se ven obligados a huir rápidamente.
Los comerciantes apuntan a la justicia por la falta de consecuencias para los delincuentes. «Si la fiscal deja libre a alguien que fue atrapado con una moto robada, al día siguiente está robando otra vez», criticó Garrozo, quien considera que la legislación permite que los responsables sigan en libertad.
Ante la falta de respuestas, algunos comerciantes han decidido contratar seguridad privada. «Invertimos en alarmas, rejas, cámaras, pero siguen entrando. No les importa nada, siguen robando con total impunidad», concluyó el gerente, visiblemente indignado.