La aeronave, propiedad del gobierno de Santiago del Estero, estaba realizando pruebas a fin de sumarse en el corto plazo a la lucha contra los incendios forestales que suelen originarse en Córdoba con la llegada de la época estival.

Según informó el gobierno de Córdoba, incluyó un operativo de seguridad náutica para despejar potenciales riesgos. La acción de cooperación entre ambas provincias se llevó adelante con el objetivo de fortalecer los protocolos de actuación ante incendios forestales, con el propósito de optimizar la respuesta aérea y terrestre en este tipo de emergencias.

El episodio sorprendió a los vecinos, ya que además de volar a baja altura se pudo observar que desde el avión se arrojaba alguna sustancia hacia el lago, aunque luego se confirmó que era agua.

Durante este viernes el avión fue desplegado en el incendio activo de Guasapampa, donde efectuó múltiples descargas de agua, trabajando de manera articulada con el personal en tierra y las aeronaves de la DPA Córdoba.

La aeronave, un 737 Fireliner, es la más grande que se utiliza en la actualidad para combatir incendios, ya que puede transportar hasta 15.000 litros de agua o retardante para combatir las llamas.