El hecho ocurrió pasadas las 17:30 horas y rápidamente se desplegó un amplio operativo policial en la zona, con la intervención de personal de las comisarías Quinta y 52. En medio de los disparos, un efectivo policial resultó herido en un brazo con orificio de entrada y salida, debiendo ser trasladado de urgencia en ambulancia al Hospital Natalio Burd de Centenario.

El comisario Gabriel Torres, a cargo de la Comisaría Quinta, confirmó que el policía herido evoluciona favorablemente y que permanece bajo observación médica. Asimismo, destacó que la rápida respuesta policial evitó que la situación se agravara aún más, pese a la intensidad de los disparos y el riesgo para los vecinos.

Los testigos señalaron que el barrio se llenó de patrulleros en pocos minutos, superando los 20 móviles frente a una vivienda, donde se concentraba el foco del conflicto. La tensión en el lugar se mantuvo durante horas y el operativo policial incluyó controles de tránsito, cortes de calles y presencia de grupos de investigación.

Con el correr de la tarde se confirmó la demora de al menos cinco personas vinculadas a los enfrentamientos, mientras la fiscalía avanzaba en la recolección de pruebas. En paralelo, un hecho adicional generó polémica cuando un perro resultó herido de bala, aparentemente por un disparo accidental de una mujer policía, lo que derivó en la intervención de Asuntos Internos.

Cerca de las 20 horas se dispuso un allanamiento de urgencia en una vivienda del sector, autorizado por la fiscal Guadalupe Inaudi, con la participación de personal de la Oficina de Investigaciones Zona Periferia II. En el procedimiento se halló una tumbera y municiones, elementos que habrían sido utilizados durante el tiroteo.

El comisario Torres remarcó que la investigación se desarrolla en un contexto de alta tensión barrial y con fuerte despliegue de recursos policiales, lo que refleja la preocupación de las autoridades por la escalada de violencia en la zona. El jefe policial aseguró que los operativos continuarán en los próximos días para garantizar la seguridad de los vecinos.

El episodio se produjo además en un horario de gran circulación, cuando estudiantes regresaban de las escuelas y operarios trabajaban en la reparación de la calle Formosa, lo que generó temor entre vecinos y transeúntes. Las llamadas de alerta a las comisarías se multiplicaron, dando cuenta de la gravedad del momento y de la incertidumbre entre los habitantes del barrio.

Las autoridades informaron que el caso continúa bajo investigación, con peritajes y declaraciones testimoniales para determinar responsabilidades. La expectativa está puesta en los resultados de las pruebas balísticas y en los elementos secuestrados en el allanamiento, claves para esclarecer la dinámica del tiroteo y las imputaciones a los involucrados.