Este jueves por la tarde finaliza el juicio por el caso conocido como «la tragedia de Lolem», el camping ubicado en San Martín de los Andes donde murieron dos menores luego de que se les cayera un árbol encima, el 1 de enero de 2016.
Las víctimas fueron Matías Mercanti, de 7 años, y Martina Sepúlveda, de 3. El padre de Matías, Federico Mercanti, expresó que hay numerosos testigos que coinciden en que «el árbol estaba debilitado y era factible de que en algún momento se pueda caer», caso contrario a la defensa quien apunta que fue un hecho desafortunado, del cual no podían pronosticar su desenlace.
Asimismo reclamó que Parques Nacionales «es el primer responsable» de lo ocurrido junto con sus empleados. «Hubo testigos que dijeron que hacía años no había control», agregó el padre y descartó, como se llegó a decir, de que ese día había «fuertes ráfagas de viento».
«Había una brisa típica de los lugares de cordillera, pero el viento no ayudó a que se caiga el árbol», señaló Mercanti en declaraciones radiales. Por otro lado, expresó que su expectativa con la sentencia es que se logre «prevenir estos casos».
«Ocurrió en una zona muy concurrida. Es un lugar de acampe, de parrillas, de estacionamiento, una playa y demás. Eso debería estar minimizado y restringido al máximo el riesgo de los árboles», sostuvo.
Mercanti indicó que alrededor de las 16 de este jueves finaliza la última audiencia, luego de la exposición de alegatos.
Al respecto, se quejó de que presenciarán la última etapa del juivio de manera virtual, ya que el martes pasado hubo una provocación por parte de familiares de los imputados y el Juez dispuso que solo los acusados estuvieran en el recinto. «A pesar del dolor, queríamos estar presentes», lamentó.
Por el caso están procesados cuatro guardaparques y dos prestadores turísticos, quienes pertenecen a la comunidad mapuche Curruhuinca, donde funciona el camping.