La erupción, clasificada como un evento X2.7, se observó a las 04:25 del miércoles, hora del este. De acuerdo con NOAA, las erupciones solares de esta intensidad son relativamente raras.

El evento desencadenó una degradación temporal o bien una pérdida total de señales de radio de alta frecuencia en gran parte de la zona iluminada de la Tierra.

Las erupciones solares son estallidos repentinos e intensos de radiación derivados de energía magnética liberada en la atmósfera del Sol. Sus efectos pueden durar desde unos minutos hasta horas, dependiendo de la fuerza de la erupción.