Uno de los vecinos, Diego Rebeco, explicó que el inconveniente “florece con el calor” y se torna especialmente difícil de soportar en los días de altas temperaturas. “El olor es insoportable. El agua corre por el cordón hasta la esquina y no se puede abrir ni la puerta de la casa”, relató.
Según indicó, los vecinos han realizado múltiples gestiones ante la Municipalidad de Neuquén y la dirección de Medioambiente, sin obtener soluciones definitivas. “He hecho reclamos y hablé con los propietarios. Dicen que no los autorizan a romper el asfalto porque la red de cloacas cruza la calle. Todo queda en la nada”, explicó.
Rebeco detalló que el problema afecta directamente a las familias que viven junto a la pérdida, aunque el olor se extiende a toda la cuadra. “Nosotros lo padecemos todos los días, pero hay varios vecinos que ya han presentado reclamos. Cada verano vuelve lo mismo”, lamentó.
Los habitantes del sector señalan que la falta de conexión a la red cloacal genera un riesgo sanitario, especialmente para niños y personas mayores. Además, reclaman una intervención urgente antes de que las temperaturas aumenten y el cuadro se agrave.
“En invierno no se nota tanto, pero ahora con los días lindos volvió el problema. Ya llevamos tres años así”, afirmó Rebeco, quien insistió en que se trata de una situación que requiere atención inmediata de las autoridades competentes.
Mientras tanto, las familias de Don Bosco III conviven con los desbordes, los malos olores y la incertidumbre sobre cuándo llegará una solución definitiva.

